TEMA:
EL AUTORESPETO
Indicador De logro:
Reconoce los elementos fundamentales para construir su
propio proyecto de vida.
Competencia:
Asumir de forma responsable, la construcción de su propio
proyecto de vida.
EL AUTORESPETO
El
autorespeto es entender las propias necesidades y valorarlas para
satisfacerlas; expresar y manejar en forma conveniente los sentimientos y
emociones, sin hacerse daño ni culparse; buscar y valorar todo aquello que lo
lleve a sentirse una persona orgullosa de sí misma. “La autoestima es
silencioso respeto por uno mismo” (Elkins). Solo en la medida de este auto respeto
se atenderán las necesidades y valores de los demás; no se hará daño, no
juzgará ni culpará; se valorarán gracias a las propias necesidades y valores,
se entenderá que así como uno tiene los suyos y los necesita, así el otro tiene
los suyos y los necesita.
Todos
tienen actitudes buenas y no tan buenas, debilidades y fortalezas. Ningún ser
humano es perfecto. “Siempre habrá alguien mejor o peor que yo” por eso no es
positivo hacer comparaciones, juzgar, ni juzgarse. Se puede mejorar e ir
transformando lo que se quiere, pero “el que soy así como soy merece todo mi
respeto”. No se es mejor o peor, tan sólo se es diferente. Debe valorizarse el
aquí y ahora. No se debe esperar a respetarse cuando se sea mejor.
La
necesidad del respeto a uno mismo es única e ineludible. Este tipo de preguntas
son inherentes a nuestra existencia y humanidad:
¿Qué
tipo de persona me gustaría ser? ¿Qué principios deberían guiar mi vida? ¿Qué
valores merece la pena que siga? Digo: “Inherente a nuestra existencia” porque
una preocupación por lo bueno o lo malo no es solamente el producto de un
condicionamiento social.
Una
preocupación ética o moral surge naturalmente desde los primeros momentos de
nuestro desarrollo, igual que las demás habilidades intelectuales que podamos
desarrollar y los progresos que hagamos
en el curso normal de nuestra maduración. Cuando valoramos nuestras
propias actividades, inevitablemente, nuestras actitudes morales forman parte
de nuestro contexto implícito.
Es
imposible escapar del ámbito de los valores
y de los juicios de valor porque son propios de la vida misma. “bueno
para mí” o “malo para mí” significan en última instancia: “para mi vida y mi
bienestar” o “contra ambos”. Además, y
es esencial para la comprensión de la autoestima, no podemos estar exentos del
ámbito de los valores y de los juicios
de valor. No podemos permanecer indiferentes al significado moral de nuestras
acciones, aunque podamos intentarlo o finjamos estarlo. De algún modo, el
significado de su valor se registra inevitablemente en la psique, y deja
sentimientos positivos o negativos acerca de uno mismo.
Todo
el mundo se juzga a sí mismo de algún
modo, independientemente de que los valores con los que nos juzgamos de forma
explícita o implícita sean conscientes o estén en el subconsciente, sean
racionales o irracionales, a favor de la vida o amenazándola.
El
respeto a uno mismo sufre cuando fracasamos al satisfacer ese estándar, cuando
hay un vacío entre los ideales y la práctica.
Por tanto, la integridad personal está íntimamente relacionada con el
aspecto moral de la autoestima. Para la realización óptima de nuestras
posibilidades, necesitamos confiar en nosotros mismos y necesitamos admirarnos,
y la confianza y la admiración necesitan estar asentadas en la realidad y no
ser producto de la fantasía y de la desilusión personal.
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